Durante unos días estamos disfrutando del ejemplo de nuestra selección nacional mientras que durante los últimos meses venimos disfrutando, también, del excepcional resultado de trabajadores incansables que abanderan la marea fucsia.
Compañeros de viaje unidos por un objetivo común y que al igual que nuestra selección española no escatiman esfuerzos por conseguir lo que ansían, ser los campeones!!!
La prolongación de los valores personales se extiende al ámbito profesional en el que destacan su ilusión, compromiso, orgullo de pertenencia, superación y honestidad.
No cabe ninguna duda de que estos valores acompañan cada momento del día, en los entrenamientos, en las charlas técnicas, en las ruedas de prensa, en el terreno de juego, en las entrevistas y es por ello, tal vez, que nos ilusionan y nos arrastran convirtiendo en realidad la ilusión por formar parte de la marea roja.
Mientras tanto, existe otro colectivo cada día de mayor magnitud, que vive también los valores en cada uno de los momentos de su día humilde, en las instalaciones procesando los envíos, en las reuniones identificando oportunidades de mejora, en nuestras calles convirtiendo en éxito cada una de las entregas, en la recuperación de servicios cuando algo no ha salido como estaba previsto, en los encuentros con los clientes intercambiando información y estableciendo nuevas metas y es por ello, seguro, que me ilusionan y me arrastran haciéndome sentir orgulloso de pertenecer a la familia que abandera la marea fucsia.
Marea roja y marea fucsia unidas, ambas por un único espíritu, ser los mejores. Unos en el terreno deportivo, otros en el ámbito profesional representando a tantas y tantas familias que bien se merecen mi admiración.
Chicos y chicas que formáis parte de la marea fucsia, gracias por ser como sois y no cambiéis nunca. Lo que estáis haciendo es único, con humildad, con ilusión, con el compromiso vuestro y de vuestros familiares, con sacrificio…
Es un orgullo pertenecer a la gran familia que representáis, la familia ASM.
Feliz día!!! 😉