Se acercan esas fechas entrañables, en las que intercambias miradas llenas de amor a través de esos preciosos ojos que tantos y tantos años te han acompañado.

Miradas cómplices, que han alumbrado tu vida y te han guiado por un sendero lleno de valores a los que te niegas a renunciar.

Todos vivimos ese momento mágico en el que una simple mirada te habla, te protege, te anima a seguir el camino de tus sueños.

Unas veces es tu esposa o esposo, otras tus hijos… y siempre están ahí, deseando que lleguen las Navidades para compartir momentos, charlas, recuerdos del pasado y sueños de futuro.

Tal vez te sientes afortunad@ porque estas sensaciones de las que te hablo, no te suenan a algo extraño. Tal vez estés atravesando un difícil momento porque alguna mirada te abandonó, ya que decidió emprender otro camino. Si fuera ese el caso, es posible que la tristeza te embargue, que cada momento o suspiro se esté convirtiendo en un “martirio”.

Amigo o amiga mía, mírate al espejo y aliméntate de tu mirada, porque seguro que todos hemos sentido, en algún momento, esa frustración. Es el momento de seguir siendo fieles a nuestros valores y tal vez, sea el momento de decidir un nuevo sendero, pero en cualquiera de los casos, sé fiel a ti mismo.

Ocurre a menudo en la vida, que en los momentos difíciles miras a tu alrededor y lo que parecía que era, dejó de ser; o quizás a ti te lo pareció y seguía siendo todo igual… Simplemente a veces las cosas no nos salen como queremos y es ahí donde nuestra capacidad de reflexión acompañados de nuestros seres queridos, nos ayudarán a recuperar el sendero, con más fuerza que nunca.

Si te sientes de los primeros, a los que les rodean las mismas miradas de siempre, disfruta de cada momento y celebra estas Navidades como si no hubieran más en el futuro.

Sin embargo, si eres de los últimos y alguna mirada emprendió otros horizontes, disfruta de estas Navidades como si no hubieran más en el futuro con los seres más queridos que hoy están a tu lado, porque estos últimos no tienen la culpa de lo que hubiera podido pasar, sin embargo sí sienten el orgullo de estar a tu lado y qué menos, que te vean más feliz que nunca desde allí donde estén.

Feliz Navidad 2017