Querido Koldo, con tu permiso…

hoy es un día importante en tu vida y deseo de todo corazón que tanto tú, como tus seres más queridos y amigos, os encontréis bien de salud y que este maldito “bicho” no haya entrado en vuestras vidas.

Necesitaba escribirte unas líneas, simplemente, para transmitirte lo feliz que me siento que haber encontrado, en el sendero de mi vida, a un “personaje” como tú.

Recuerdo todavía el día que nos conocimos, hace ya unos años tras un interesante encuentro, que finalizó con una de nuestras humildes comidas en nuestro querido piso “patera”

No te voy a engañar si te digo que durante los primeros instantes me causaste la sensación de “ojo con este chicarrón del Norte”. Si embargo, a medida que fueron pasando los minutos, fui encontrando en ti a una persona humilde, amable, cercana y decidida.

No dudaste en tomar tu decisión, cuando percibiste que lo que tus ojos estaban viviendo, era lo que había, sin más.

A partir del momento en el que empezaste a formar parte de nuestra “familia”, hemos tenido la oportunidad de vivir situaciones difíciles, otras no tanto y a pesar de todo sigues haciendo tus intervenciones cuando nadie se lo espera…

Te has ganado el cariño de muchos compañeros a los que no habías conocido antes, incluso me consta la amistad que te une a muchos de ellos.

Desde estas líneas, amigo Koldo, te quiero transmitir mi admiración por ser como eres y mi agradecimiento por haber estado siempre a nuestro lado, incluso en aquellos momentos en los que tus mensajes estuvieron faltos del calor y el cariño que transmite tu presencia.

Eso sí, sigue siendo ese joven “cascarrabias” que tanta falta nos hace y nunca pierdas esa bondad que tu cara delata.

Zorionak Mozarrón del Norte.

;-)))))