… Hoy me recordaba mi querida amiga Maria Rosa que estamos viviendo un cierre de década extraordinario…

Pues sí, es verdad querida Maria Rosa. No te imaginas el soplo de aire fresco, que ha impregnado mi interior, tu sencillo y a la vez emocionante mensaje.

Los días que nos toca vivir, no nos están ayudando a celebrar Aniversarios como estábamos acostumbrados y lamentablemente estamos abocados a reconocer que una nueva forma de vida ha llegado para quedarse.

Sin embargo, es verdad que hace diez años iniciamos un camino juntos, lleno de incertidumbre, en el que la gran calidad humana de las personas que me rodean, ha sido determinante para superar las dificultades. Casi sin darnos cuenta, fuimos capaces de formar una Familia que nacía, crecía y se fortalecía.

Una mirada hacia el pasado me fortalece porque solo veo a mi alrededor grandes personas, con nombres y apellidos que han sido y siguen siendo determinantes en mi camino a través de la vida.

Desde aquí, quiero dar las gracias por los mensajes de felicitación recibidos en el día de mi Aniversario, y quiero extender mi agradecimiento por todos esos maravillosos años que hemos compartido y espero seguir compartiendo con  todos vosotr@s.

En el plano personal he vivido momentos maravillosos durante esta década…

Comenzando por esa Boda que tanta ilusión le hacía a mi compañera de viaje. Mi querida, amada y admirada Montse, que siempre ha estado a mi lado y que me regala cada día esa maravillosa sensación de sentirme querido. Ese día estuvimos rodeados de amigos y familiares, en cuyos rostros veía el orgullo de la celebración del amor, que más que nunca siento como infinito.

Nuestra familia, durante esta década también ha crecido. Apareció en la vida de Marc, un ángel llamado Blanca, que representa la juventud, la alegría y ese rayo de sol que ilumina, cada día, la vida de mi hijo.

Y qué decir de mi otro ojito, Paula, esa maravillosa jovencita que he visto nacer y crecer para convertirse en una gran mujer, que allá donde va deja el rastro del cariño y el amor que desprende solo estando presente.

También la vida, durante esta década me ha golpeado. Hace ya un tiempo que mi madre se convirtió en una estrella, que desde el cielo brilla iluminando mi camino. He aprendido que la muerte es la continuación de la vida, porque todavía hoy, como cada día, la tengo presente como si estuviera a mi lado cuidándome y protegiéndome.

La vida continua y en este momento en el que comenzamos a abrir una nueva década, solo espero que el maldito bicho sea derrotado y que algún día, no muy lejano, volvamos a estar juntos, porque si algo he aprendido también en estos diez años, es a echaros de menos!

Gracias.