2013-06-15 20.52.48Se viene hablando últimamente de transformación digital, economía colaborativa y sin embargo, se habla menos de las personas.

Hoy quiero dedicar unas líneas a un compañero con el que mantenía ayer, sobre las 21:00 horas, una interesante charla respecto del corazón de ASM.

Querido amigo, ayer me decías que habías mantenido un mágico encuentro con un compañero de trabajo y tus palabras eran: “Qué baño de realidad me han dado hoy…”

Básicamente y a modo de resumen concluíamos que el liderazgo sobre las personas que nos rodean, debe convertirse en una forma de vida y no tanto en técnicas aprendidas a lo largo de los años.

Preocuparse por el bienestar de la personas, por su problemas, por su situación personal, por sus necesidades actuales y expectativas de futuro, por su salud, etc… todo ello en su conjunto, hace que los lazos de unión, entre todos, vayan más allá de una relación “jefe-empleado”.

Te sorprendían las palabras que estabas escuchando porque te hablaban de alguien que fuiste algún día y que sin querer, dejaste de serlo…

En frente de ti estaba él (mensajero de ASM) que por un problema de salud tiene que afrontar nuevos retos en su vida y ante los cuales, vas a convertirte en su compañero más fiel.

Me comentabas que incluso desde una punto de vista estrictamente de negocios, este compañero te había mantenido una cartera de clientes sana y creciente, que tus clientes querían que el embajador de tu empresa fuera él…

Amigo, no te llegas a imaginar las satisfacción que sentí al escuchar tus palabras y ver que tu reflexión, desde la serenidad, era honesta. Te puedo asegurar que se despertaron en mí unas nuevas ilusiones por transmitir algo en lo que siempre creí, EL VALOR DE LAS PERSONAS.

A tu compañero, le mando desde estas líneas un fuerte abrazo y mis mayores ánimos ante este nueva etapa que inicia.

A ti, te pido que compartas tu vivencia con tus compañeros, familiares y amigos, ya que los valores de la compañía que nos une, son precisamente los que me transmitías con tus palabras.

A mí, me pido la perseverancia suficiente para no cejar en el empeño de convertir a nuestros mensajeros de ASM, en los verdaderos embajadores de la marca.

Gracias de nuevo, AMIGO.